miércoles, 22 de agosto de 2007

Cuento con fin

Me desperté desnudo a la orilla de un riachuelo, sin muchas
ganas de saber quien soy. Quizás era yo quien con un libro tumbe
toda la sociedad. Aunque recuerdo aldo que tiene que ver con
integrales triples y cambios de variables.

Hace frío. Tal vez no tanto porque yo soy friolento, la mas mínima
brisa me da frío.

Por un momento pensé que estaba teniendo mi propio capítulo
de Lost. Un Lost personal, pero me acorde que lo que pasa en TV
se queda en TV, sin importar cuanto quisiera yo cambiar de vida,
o estar en la situación en la cual está ese personaje ficticio que
creo un guionista con la intención de que yo me identifique con ese
personaje. Y la vea semana tras semana, porque yo me pongo a
imaginar que haria yo si fuera el.

Epa tu. Si tu, te amo por detener el reloj, que me permitio ampliar
mi vida.

¿Donde esta el sol? ya se fue el día. No he comido, bueno no busqué
que comer, pero no tengo hambre, al contrario de la sanguijuela que
me he tenido que quitar 3 (se lee tres) veces.

¿Basurero? NO. si fuese recolector de basura oleria muy feo, y huelo
muy bien, de hecho huelo a colonia de la cara. No a Pacholin, sino a
Hugo Boss.

¡WAO! ¿vieron? me acorde de algo. Voy a oler todo lo que vea a ver
si me acuerdo de algo mas. Ya vengo.

.
.
.

¡¡¡EEEEEEPA!!! ¡¡¡NO TENGO NARIZ!!!
Me vi en el agua y NO TENGO NARIZ.
Con razón tenia la boca abierta.
¿y como supe que huelo a colonia?
Bueno... supongo que la mente todo lo puede.

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