jueves, 29 de septiembre de 2016

¿Es esto una crisis de los 30?

Es la primera vez que tengo 30 años, así esto de "madurar" es nuevo para mí. No se si esto que me pasa ahora es crisis de los 30 o es una malcriadez, o es crisis de vida, o existencial, o son necedades mías que me invento para poder escribir. No lo sé. Creo que es mi crisis de los 30.

Creo que crisis de los 30 es ese punto incómodo donde lo que haces "para vivir" (llámese trabajo) no te hace feliz, no te motiva. Haces el trabajo como en automático. Lo haces por un 15 y último. Lo haces para tener comida, algo de efectivo para las cervezas y alguna comida afuera con tu pareja (ahorrar con un salario promedio es difícil y no hablemos de situación país). Siento la crisis de los 30 es eso que hace que la gente tenga hijos y se case, para tener una excusa para seguir viviendo y trabajando en automático aunque detestes lo que haces. Tienen un hijo o varios para "hacerse" el responsable y tener excusa para para hacer algo que no te gusta a cambio de dinero para subsistir tu y tu familia porque eres responsable como se supone que debe ser un adulto.

Pero la verdad es que la crisis es darte de cuenta que para eso no creciste y estudiaste por N cantidad de años, y uno se cuestiona si esto es realmente la vida: vivir en automático en un trabajo de 7 a 4 o de 8 a 5 o de 9 a 6. Si la vida es lo que hacia Pedro Picapiedra, tener un jefe que es un idiota, salir disparado apenas suena la campana, como si fuéramos niños en el colegio esperando el timbre para salir de esa prisión escolar que nos bloquea la imaginación.

Crisis de los 30 el miedo a admitir que no nos gusta lo que hacemos, es el miedo a hacer lo que realmente nos gusta y que no nos de dinero para mantener el status social/económico en el cual creemos que la gente cree que podemos tener, crisis de los 30 es miedo a que la vida pase como si uno estuviera en piloto automático. Crisis de los 30 es miedo a que se haya ido la juventud despreocupada y que somos unos simples adultos, miedo a que te equivocaste de carrera cuando tenías 17 años y creer que ya es muy tarde para cambiar. Crisis de los 30 es miedo a fracasar al montar un negocio propio, miedo a no volver a pisar un concierto de la banda que te gusta, miedo a que no te guste la música moderna y te quedes como tus padres escuchando las mismas viejas bandas de cuando eran jóvenes. Crisis de los 30 es miedo a lo que se supone que es madurar.

lunes, 5 de septiembre de 2016

El no inmigrante del siglo XXI

El hecho de no inmigrar para los de mi generación se ha vuelto la zona de NO confort. Mi generación (digamos los nacidos entre el 81 al 90) es una generación regada por el mundo, de Argentina a Canadá, de Australia a Noruega. Todos los días veo en redes sociales paisajes de todos los rincones del mundo. En mis redes sociales siempre son las 5 de la tarde, siempre es verano y siempre hay vacaciones. Que linda es la globalización.

Lo que no es lindo es que tu zona de confort de repente se vuelva tu zona de incomodidad. A los que no nos fuimos nos movieron todo. Nos movieron los amigos con los que nos íbamos a jugar fútbol, nos movieron hasta los que uno conocía solo en la cancha donde jugábamos, ellos también se fueron. Nos movieron hermanos, los primos y hasta el perro del vecino que me ladraba se lo llevaron. Donde trabajaba no me renovaron contrato porque la empresa redujo al mínimo el personal (ya tengo otro menos mal). Sin yo moverme me movieron el piso. Ahora toca adaptarme como si hubiese emigrado.

Hablan de fuga de cerebros pero no hablan de fuga de amistades. Una cuenta rápida me da, que si me casara hoy, de mis 10 amigos más cercanos como para considerar padrino de mi boda, solo 1 está en Venezuela. Por eso ahora cualquier persona que conozco es un potencial amigo para ir a una licorería, alguien con quien ir al juego de fútbol, alguien con quien ir a un concierto ¿A la playa? ¿A la montaña? No importa yo me adapto a sus gustos, porque hay una necesidad de hacer nuevos amigos porque los de toda la vida ya no están para inventar una parrilla, una escapada a un pueblo andino o un ida por vuelta a la playa.

Y supongo que no soy el único, en un diplomado que estoy haciendo y con solo 6 semanas de clase y viéndonos solo los sábados, ya somos un grupo de amigos para pasar el rato. Vamos a estar claro, en una situación normal, no pasaría tiempo con ellos ni ellos conmigo, cada uno iría con sus respectivos amigos y no con extraños a los que he visto 6 veces. Incluso uno del grupo tuvo una fiesta de cumpleaños y mayoría éramos del diplomado, solo 4 amigos viejos y del resto éramos a los la cumpleañera ha visto 6 sábados en clase. Veo una oportunidad de negocios tipo OpenFriends o FriendsMatch.

No me hablen de Skype, no me hablen de Whatapp ni de Telegram. Ir a un estadio no es lo mismo que verlo por TV o escucharlo por radio. Tener a esa persona al lado no es lo mismo que videollamadas o mandarle notas de voz. Somos humanos y además caribeños, nos gusta el contacto. No abrazar cuando saludo a un amigo me desbarata el corazón, no darle palmadas en la espaldas a mi primos jugando dominó me sienta mal, no revolcarme en el piso con mis sobrinos me hace sentir como un mal tío.


Los no inmigrantes tratamos de llenar vacíos dejados por los que se fueron. Dentro de casa trato de llenar el cariño que mis padres no pueden dar a mis hermanos. Trato de llenar las risas y el amor que mi abuela no recibe de los 11 nietos que están fuera de Venezuela. Mi jefe ahora lleva la empresa porque el dueño se fue a Portugal. Hasta mi nuevo trabajo es un vacío que dejó alguien que emigró. Y los nuevos proyectos de la empresa es porque las que hacían ese trabajo se fueron. Hay una entropía generando cambios y es debido a los que fueron. Llegó el tiempo del que se quedó, el no inmigrante al poder.

miércoles, 24 de agosto de 2016

Escritor de to'a verga

A veces me da por querer dedicarme a la escritura, ser escritor. No para vivir "la vida del escritor", esa "boheme" romántica de un pequeño apartamento en algún suburbio en un país preferiblemente europeo de una metrópolis con escapadas a la "campiña" para despejar la mente. Ser retratado en cafés/pub/taguara sosteniendo una botella de vino de algún valle que desconoce hasta el que vive allí, con la otra mano cigarrillos (cigarrishos si quieres hablar con acento argentino y sonar más caché) de marca europea, nada de Belmont porque es común y Marlboro es de una trasnacional así que tampoco aplica, aunque lo mas probable es que sean del mismo dueño de la marca europea.

Quiero escribir pero de todo, no me defino. No me refiero a este blog, aquí tengo 135 entradas (esta es la 136) pero todas han salido sin edición de mi cerebro. Quiero ser escritor de pasar 1 día escribiendo un párrafo que dos semanas después deshecharé, pero no arrancando la hoja y tirándola al piso como es el cliché, mi generación es la de salvar arbolitos y tal, simplemente agarré el mouse, seleccionaré el texto y le daré "delete". Menos glamuroso pero más limpio, aunque menos divertido que jugar a ser Jordan y lanzar sobre la chicharra y ganar el juego imaginario.

En serio, quiero escribir pero no se si sobre la vida y como tratar de mejorarla al mejor estilo gurú de la vida, y decir de como debería ser vivida la vida, de como somos polvo de estrella y que lo mejor que nos ha podido pasar es ser nosotros mismos... pero lo que me apasiona es el deporte, escribir sobre fútbol, el fútbol venezolano tan maltratado, decir que Messi y Cristiano no son los mejores por si solos, sino que son mejores por tener a Iniesta, Kroos, Busquet, Marcelo. Escribir sobre esa nueva tendencia de la sabermetría que cambió la forma de jugar beisbol y que ahora se mete en el fútbol. Tratar de hacer que los lectores sientan a través de palabras lo que es ver a tu equipo meter un gol en Libertadores. Hacer ver que el fútbol es mucho más que 22 tipos corriendo por un balón, sino que es un sentimiento que se ve con los ojos pero se siente en el pecho y en estómago. Para muestra de eso está www.LaHinchada.com.ve . Y no solo el fútbol, el beisbol también me mueve, las historias heroicas de Ted Williams, Hank Aaron, Sandy Koufax, Roberto Clemente...

También tengo la idea de una novela medio autobiográfica, de la cual llevo varios fragmentos regados por ahí en cuadernos viejos.

También he tenido 2 blogs de poesía que es una musa que va y viene ella sola, y los escribo ahí porque sé que en físico los perdería y algunos días me gusta la nostalgia y los leo y me dijo a mi mismo "si eras idiota... tierno pero idiota". Y eso mismo es lo que me diré dentro de unos cuantos años cuando lea este post.

jueves, 28 de julio de 2016

Sobre las nuevas redes sociales y esas cosas que prefiero no entender

A veces no entiendo las redes sociales o nuevas apps, y no es que me considere viejo para entenderlas, es que prefiero la ignorancia a saber y usar Snapchat, Vine o Pokemón GO. Simplemente no pienso perder mi tiempo en instalarlas y aprender a usarlas. Soy de las redes sociales "simples". 140 caracteres de letras absurdas, una foto por acá y alguna despotricación por allá.

Sin embargo, hace 14 años fui el primero de mis amigos del colegio en tener un pendrive, era de 128 Megas y nos sentíamos como 007 cada vez que lo usábamos, de hecho había PC que no las reconocían. Cuando abrí este blog hace 10 años era un bicho raro porque tenía una página donde escribir, "eres demasiado cybernético" me llegaron a decir. Hace 6 años estaba adelantado porque en el ipod nano podía llevar registros de mis entrenamientos cuando salía a trotar. Ni hablemos de la vez que instalé Ubuntu en la laptop.

Ahora estoy adelantado porque quiero llevar el avance de lo proyectos atraves de una aplicación (se fijan que digo aplicación y no app, eso es porque no soy millenial) que permite 15 personas en el mismo proyecto lleven sus tareas organizadas. Que me vean avanzado por usar dropbox o google drive o por saber que es freelancer, soundcloud o lastfm ya es mucha ignorancia de la otra persona. Las nubes dominaran el mundo.

También soy raro porque soy selectivo con lo que sigo en mis redes. Me da fastidio seguir "amigos" que publiciten sus negocios propios. Te sigo como persona no como comerciante (por deducción estoy diciendo que comerciante no es gente, es divertido sacarme a mí mismo de contexto). Eso de seguir por seguir, o regalar "me gusta" me da fastidio. No soy promiscuo con mis "me gusta". Así que no pretendo que me regalen comentarios en este blog... ni que me regalen lecturas... aunque espero con ansías llegar a la vista 10 mil (me mareé cuando puse los 3 ceros)


miércoles, 4 de mayo de 2016

"Men ¿qué tal es vivir juntos?"

Vivir juntos es raro. Pero un raro fino. A lo mejor es raro ahorita que no estoy acostumbrado, tenemos menos de año y medio casados y de pana hemos dormido junto bajo el mismo techo pocos meses. Al principio nos tocó por situación laboral estar juntos solos los fines de semana. De pana de pana viviendo juntos tenemos como 4 meses. Y no tengo quejas sobre esos 4 meses. Bueno si, pero tonterías de pareja, una basura aquí, unos zapatos por allá... uno se casó con un ser humano no una irreal que nunca se equivoca. Son cosas de acostumbrarse el uno al otro. Nada que un bueno sexo no pueda reparar.

Una de las cosas mas raras de vivir con ella es enamorarme por lo menos 3 veces al día, bien sea por que te hizo la comida que te gustaba y te la llevó al sofá para que no dejes de ver el fútbol, o porque te dio el control del televisor. Enamorarse porque te dice que compres el chorizo que ella hace las cachapas para comérselas. Enamorarse por un chiste o un comentario que complementa perfecto lo que estabas pensado diciendo sobre una banalidad, enamorarse por un beso o una caricia en el momento justo en el sitio justo. Viviendo con ella descubrí que me puede enamorar hasta con nalgadas.

Vivir con ella es un constante querer mejorar. Por ella, por el futuro de los hijos no engendrados (palabra fea para una acción tan bonita) y hasta por los 5 perros que tendrán en el futuro (lo siguiente es para mi esposa: NO TE HAGAS LA LOCA SON 5 PERROS POR EL BUCHE). Querer mejorar implica (aprender a) cocinar, limpiar el piso, lavar ropa y hasta planchar. Instalar la lavadora, reparar el lavamanos, hacer las lámparas que a ella le gustaron en Pinterest... ¿sabes? al final uno se lo tripea y entiende porque el viejo de uno hacía todo eso. A uno de chiquito le parecía aburrido, pero si eso vale por verla sonriendo uno lo hace con todo el gusto del mundo.

De lo mas divertido de vivir juntos es formar un hogar como tal. No una casa donde duermes, comes y cagas, sino un hogar, con la decoración que los dos quieren, con las cosas que les gusta comer en la nevera porque ustedes las compraron en el mercado. Es tener una mata en la esquina y regarla cada 2 días para que no se muera. Un hogar es donde le puedes dejar mensajes románticos/eróticos/graciosos en una pizarra. Un hogar con 12 amigos quedándose a dormir un fin de semana completo, con recortes de agua y 1 solo baño incluido. Un hogar es bailar uno en interiores y ella en topless en la sala de la casa.

martes, 29 de marzo de 2016

Las musas cambian (que título tan poético ¿verdad?)

Antes mi inspiración eran las güevonadas que se venían a la mente, por decirlo de una manera bonita. Pero ya no estoy estudiando ingeniería, ya sobreviví a esa etapa. Ahora estoy sobreviviendo la etapa donde me transformo en adulto. Volverse adulto a los 30 años es algo nuevo para mí. Tener 30 años también. Antes tenía tiempo para filosofar sobre la vida y las cosas a mi alrededor entre las clases de termodinámica y procesos metalúrgicos... o incluso en las clases, comprendiendo lo que es entropía y pensar como se puede extrapolar a la psicología. Ahora si me distraigo en cosas divertidas (como ahora) me atraso con la elaboración de unas carpetas que van para el cliente sobre los productos que fabricamos.

En teoría debo aplicar lo que algún día me enseñaron de joven, pero no es tan fácil como me lo explicaron en la universidad (¡oh sorpresa!), es mucho más difícil de lo que parecía en la pizarra. Y no hay caletas ni cuadernos viejos, lo que hay son libros de autoayuda para "pasar la materia" y volverse adulto.

Ahora la frustración no es que Cálculo II, ahora es que al jefe de mi jefe no le caigo bien, y no es como en la universidad que cambio de sección o espero un semestre para verla con otro profesor, esta me la tengo que calar. Aunque al igual que Cálculo II no entiendo una mierda. Y también hay un chamín de un semestre anterior que sabe mas que yo. En la universidad si sabía más que el resto mis compañeros me miraban feo, ahora si no sé me miran con cara de inepto.

De las cosas mas rudas del día a día es planificar con varios días de anticipación el menú de la semana. Antes era "lo que mamá prepare" ahora es lo que uno prepare, a veces con una semana de anticipación. Ir de compras a un mercado es de gente vieja. Comprar pollo, seleccionar una carne no grasosa, saber escoger aguacate. Recordarse de cuanto te costó el kilo de tomates hace 3 meses. Escuchar las quejas en condominio porque había niños jugando fútbol con un adulto en el estacionamiento (el adulto soy yo). Ese tipo de cosas es de gente adulta.

Esta etapa que mucho pasan a los 25 yo la estoy pasando ahorita... no se como hicieron. Antes el tiempo era un recurso ilimitado para usar en internet. Ahora a las 9:30 PM voy tarde para dormir. Leo con mi esposa dormida a un lado y yo luchando con mi mente para leer una página más.

lunes, 11 de enero de 2016

Te lo digo María

Te lo digo María, yo sabía que nos íbamos a casar.

Ah vaina, en serio. Desde el 2005 cuando escuchábamos las consecuencias de la ley Resorte y ponían Neo folclore (siempre me gustó un graffiti en la avenida Lara que decía Ño joclor) en la Mega. Había una canción que se llamaba "Super llanero" y tu me decías que era de tu primo de San Antonio de los Altos y me echabas un cuento de como se enteraron un día en la playa que el era familia de tu papá.

Te lo digo María, te llevaba a la universidad en el Firi, mi primer carro, un Festiva verde del 97'. Siempre te quería besar por horas y horas dentro del carro cuando te dejaba en la casa, mientras te ponía en mi mp3, uno de esos de solo 512 megas, la música rara que bajaba por Soulseek.

Te lo digo María, te tenía que caer a martillazos en mi mente para poder concentrarme y estudiar las integrales impropias y las matrices transpuestas que me atormentaban. Te tenía que dejar de imaginarte conmigo de viaje por la playa para poder aprenderme las fórmulas de física. Tenía que dejar de inventar versos y anotarlos detrás de los cuadernos para recitarte los al verte cuando hacía las láminas de Dibujo II. Te tenía que sacar a patadas de mi mente mientras jugaba fuchi.

Te lo digo María, te imaginaba bailando conmigo en nuestra boda alguna canción de esas de rock indie que me gustaban como Los Paranoias o los Pixel. Esa música que escuchaba en MySpace y que comentábamos sobre las bandas nuevas que nos gustaban y nos mostrábamos e intercambiábamos.

Te lo digo María, me encantaba cuando me dabas clases de semiología, semántica y producción de radio cuando íbamos en el carro, y me encantaba hablarte de fútbol y de como resolví el problema de termodinámica. Tu me decías la diferencia entre publicidad y propaganda, yo te hablaba sobre la posición adelantada.

Te lo digo María, yo sabía que nos íbamos a casar y que te pensaría todo el camino desde Valencia hasta Barquisimeto 12 años después.

Y te digo algo más María, nos imagino así, yo como un viejo con tirantes gritándole al televisor y tu una vieja tierna escribiendo sus memorias.