domingo, 24 de marzo de 2013

Visiones desde la poceta

No entiendo a esa gente que se lleva el celular, laptop, tableta, periódico al baño cuando defecan. Para mi el hecho de cagar es muy introspectivo. Muy personal, muy íntimo. Cuando estoy sentado en esa poceta estoy en contacto conmigo mismo, con mi yo interior literalmente, en contacto con mis intestinos.

La primera defecada del día define como será mi día:
  • Si tengo que pujar mucho, será un día largo y trabajoso. 
  • Si sale sin problemas pues será un día relajado. 
  • Si sale oscuro habrá nubes, si sale claro será un día despejado. (Venevisión contácte¿ame y les pronostico el tiempo en vivo desde mi baño)
  • Si después de mucho tiempo sale poco, me esforzaré mucho para conseguir poco ese día.
  • Si sale mucho, será un día de abundancia.
Eso me sirve para saber si salgo con paraguas, si juego poker, si vale la pena ponerme a trabajar. En fin, todas las decisiones importantes de mi día las tomo en esos 5 a 10 minutos sentados en la poceta.

Y que forma mas genial de terminar el día que meditando en esa silla con un hueco en el medio y agua adentro.

Ir al baño es un proceso muy delicado, no se puede ir "ay es que me dieron ganas" NO. Al baño hay que ir con calma, sabiendo que tienes el tiempo suficiente para no apurar nada. Cuando un ejercicio de cálculo/física/termodinámica/probabilidad no me daba me sentía como tapado, tenía que liberar mi mente y que mejor forma que yendo al baño a destaparme.

A veces me dicen filósofo de mierda, yo los corrijo, yo soy filósofo de la mierda