lunes, 20 de abril de 2009

Que me digas loco no me ofende

Que me digas loco no me ofende.
Yo veo a la locura como una etapa de transición hacia un estado mas allá de este plano.
Es así como la fuerza y tal, a mas loco me pongo mas me parezco a Yoda, excepto por lo de ponerme verde. Pero un dia me voy a desvanecer y formare parte de una locura universal y trataré de atraer a mas gente a esta locura, que como diria un argentino loco que no me acuerdo su nombre (no es Charly ni Fito sino un cuenta cuentos), esta "hermosa locura", hermosa locura de la cual debemos tener un poco todos.
Un dia de estos, voy a estar en la cola de un banco, y de repente me va a caer un mango en la cabeza, voy a agarrar el mango y mirare hacia arriba a ver de donde me cayo el mango. En ese momento voy a ver que estoy debajo de un árbol de nispero. En ese momento miraré el cielo y veré un avión llevando un cartel que dice "Bienvenido, ahora si estas listo", y la locura me absorberá y me llevará a un plano donde ser loco es "normal" y ser "normal" será... ser normal. Eso de ser "normal" no me entra en la cabeza, nadie es "normal" no hay un manual de control de calidad de la mente de las personas para calificar entre "normal" y no normal. Si existiera este manual para calificar la salud mental de las personas existirian solo personas defectuosas y no defectuosas, como en las industrias.
Todo esto, sin ayuda de narcóticos. Hay que estar sobrio para que la hermosa locura te lleve al otro plano. Los que se drogan que sienten que vuelan y ven cosas y son psicodelicos, nunca llegaran a a ser absorbidos por la locura, porque estan haciendo trampa.
Los que se drogan con droga (que ironico ¿no?) psicodelicas y estas drogas que te hacen ver cosas van al plano de locura, pero solo durante el efecto de estas, por eso se vuelven adictos, van al otro plano, pero regresan al mundo real. Mundo real que como dice un tango "El mundo fue y será una porquería, sea en el 506 y en el 2000 también". La adicción viene de que el plano locura es genial, y lucho por llegar a ese plano.
Que me digan loco no me ofende, por todo esto y porque, quizás, sean tan poco locos que no merecen mi atención.