Como casi todo en la vida, cocinar es mas chévere cuando se escucha música. Pero me he dado cuenta que la música afecta la sazón de la comida. Por ejemplo: cuando escucho Pink Floyd la comida se me quema y hasta se me olvida que estaba cocinando, cuando escucho Lana del Rey la comida me queda simple. Cuando escucho Los Amigos Invisibles me queda muy condimentada, con Sigur Ros queda mal revuelta pero con Tokyo Ska Paradaise Orchesta agito tanto que la boto por todos lados.
Todas mis recetas empiezan igual:
En un sartén ponga a calentar mantequilla (o grasa de cerdo) y agregue cebollas picadas a su gusto. Si se las quiere dar de Sumito córtelas en juliana, si tiene una novia que se llama Juliana mejor aún. Las cebollas pueden ir acompañadas de cebollín, ajoporro o perejíl (nunca se cual es cual por eso doy las 3 opciones). Luego busque en la nevera algún tipo de proteína, o sea pollo o carne, nada de pescados que eso se lo comen los tiburones. Al pollo o carne esméchelo o corte en pequeños trozos. Agréguelos al sartén, si es poco échele tocineta, si es mucho igual échele la tocineta que eso es sabroso. Condimente a su gusto musical. Revuelta al ritmo de una canción de Wilfrido Vargas (Cachicamo con Caspa también sirve). Cuando esté bien caliente póngale el queso de preferencia encima para que se derrita. Abra un pan y úntelo con salsa de ajo y mostaza y rellénelo con lo del sartén. Si el pan es canilla puede decir el clásico chiste "ya se quien te rellena pan canilla" mientras lo hace.
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