Ni con 18 creo que estén listos para leer lo que escribí acá, pero si ya tienen edad para comprar alcohol pues pueden ahogar sus penas/vergüenzas/¿por que no soy tan genial como mi papá? en alcohol.
Mis hijos tienen que entrar en el contexto: los primeros 3 años era un estudiante de ingeniería de veinti-tantos con mente de pre-adolescente que escuchaba The Mars Volta y comenzó a leer Otrova Gomas como biblia del humor. Los siguientes 3 años fui un estudiante de ingeniería de veinti-tantos con mente de adolescente que se la daba de hipster serio. Y este último año he sido un ingeniero que intenta madurar re-leyendo Otrova Gomas y Francisco Massiani.
Si mis hijos tienen mi sentido del humor les irá bien leyendolo. Yo tenía 18 cuando empecé a escribir lo que iría en este blog en el famoso diario. Les deseo buena suerte a ellos. Espero acordarme que escribí esto en julio del 2013 dentro de 18 años + lo que me falta por tener hijos.